lunes, 27 de junio de 2011

Pecado.

Que duro es amarte sabiendo que nunca serás totalmente mía, y créeme que me hago añicos cada vez que me hablas, incluso cuando sé que otro tiene la suerte de pretenderte, y sentirte... con esa calidéz que sueño cada día. Si con sólo oirte respirar, ese destello de ilusión se abre, y le das sentido a todo lo que se avecina, a pesar de que sólo me hables de él...a pesar de que yo sea sólo tu paño de lágrimas.

Y si... tal vez amarte es mi pecado, tal vez no sea correspondido, pero tu no tienes la culpa. No te dejaré sola jamás, aunque me mortifique segundo a segundo oyendo lo mal que te hace sentir ese desgraciado.

¿Qué es lo que te cuesta ver?. Si todo lo que necesitas está en frente de tí, solo abre los ojos, soy todo lo que deseas y más. Sin embargo, a pesar de la angustia e intriga que van incrementándose en mi interior, siento que me entregas todo lo que necesito. Te prometo que lucharé por seguir escribiendo nuestra historia, nuestra tragicomedia llena de utopías que quiere un final feliz.

sábado, 4 de junio de 2011

Será.


Ya es cotidiano tener esa leve esperanza, aquella rutina diaria de imaginarte junto a mí. Estoy harto ya de soñar con tu imagen, con tus labios rozando los míos, sobretodo teniendo estas ganas que me carcomen, y lo hace tan fuerte que me frustra. Me frustra el esperar verte, el sentir que todo mi mundo se detiene cuando me hablas, y el darme cuenta que me muevo cuán si fueramos imánes. Lo peor es que me invades cada véz más, como si tu presencia fuera una estrella fugáz, justamente lo que te describe tan bien. Tan brillante, tan intensa, tan bella... y dando esa extraña sensación de presenciar un hito, pero luego te vas, y me enojo, me odio por no poder percibirte, y también por convertirme en tu discípulo con tan solo 5 segundos de ilusión.

Será que revives mis sentidos, y sí...lo siento en el momento en que suspiro con esas ansias a cuestas, que el mismo tiempo fue variando, como si fuera más fuerte a medida que me faltas. Pero desconfío, mi corazón de adolescente es traicionero.

A pesar de todo me has enseñado la palabra Constancia, siento que nunca me rendiré, aunque al hablar mientas, me digas que no quieres ser parte de mi historia y te paralices con esa risita sínica, con la misma que me enamoras, que me conviertes en tu fiel amante.

miércoles, 1 de junio de 2011

Merced

Siempre es tarde cuando se trata de esperarte. Pena me da... créeme, que tengas ese inexplicable embrujo, haciendo que confié cada vez menos en ti. Ya no hay días felices cuando apareces tu y siento que mi vida tiembla, que pende de un hilo cuando me hablas, cuando me apoyas, pero eso sólo hasta que caigo de mi sueño subconsciente, despierto de mi sueño adolescente, y nuevamente estás ausente en el momento que me doy cuenta que tus palabras eran sólo apariencia.

Me sentía perdida, ilusionada, tal vez. Veía pasar los meses, aún como una cobarde, pensando ingenuamente que algo dentro de ti podría cambiar. Pero otra vez me encuentro debajo de tu hechizo, donde todo es nuevo, donde cada palabra estaba llena de convicción... las mismas que después de indagar en los escombros de mis recuerdos, me vencen, teniéndome otra vez bajo tu merced.

Y aunque tuviste el poder para enseñarme a tener esos breves momentos de lucidez, por dentro sollozaba y reclamaba el cumplimiento de la ilusión, mientras me encontraba distraída y cegada por la melancolía, volvía a ti, esperando esos días felices que aún no llegaban a mí, siempre constante y paciente. Por dentro sabía que ese nexo poco a poco se desvanecía, terminaría tarde o temprano desapareciendo, como hoy. Tal vez quedan secuelas, pero nunca (aunque duela) te dejaré solo, a pesar de esas huellas incrustadas en mí.