miércoles, 16 de febrero de 2011

Sobreviviente.

Me siento una sobreviviente luego de estar sometida a este sentimiento enclaustrado, la sensación ácida de la confusión.
Simplemente sentí la fusión entre el futuro y el pasado, como si lo que realmente me importara fuera el presente, aunque tengo claro que no es mi caso.

Sé que el hecho de vivir ilusionada y esperando con ansias lo que pasará, no es lo más cuerdo que un ser humano podría hacer.

Cuando creí que por fin habia encontrado a esa personita especial, mi cable a tierra, esa que hacía que mi corazón palpitara a mil por hora con solo un "hola", pensé que por fin iba a dejar de empeñarme en destinos imposibles, y que ahora yo iba a hacer mi propia historia. Agradezco aunque sea, haber sentido eso por un momento, estar completamente segura, resguardada, sentir que nada podía dañarme, raramente intocable. Juro que guardo ese instante como un recuerdo inerte en mi memoria. Como si nunca hubiese experimentado el sentimiento de completa plenitud, como si nada más faltara...teniendote junto a mí.

No me sentía dependiente de tí, o al menos eso quería creer, al igual que tus palabras.
Realmente nose si fue todo una mentira. Lo que puedo asegurar es que me sentí herida, al ser siempre lo suficientemente sincera contigo, y ahora, cuando por fin me dejaba llevar, el único sentimiento real que tengo dentro de mí, y afirmo ahora, mañana y siempre que fue autentico, sea desmentido y menospreciado... al parecer me quebró.

Créeme, que después de todo lo que ha pasado, muy pocas son las ganas que tengo de escribir algo relacionado contigo, siento que estoy perdiendo mi tiempo. Son sentimientos encontrados. Por un lado, tengo la necesidad de dar vuelta la página y no saber más de nada por un largo tiempo, pero por el otro costado, no me quiero dar por vencida así como así, con algo que yo se que es especial.

Por lo menos, me siento afortunada de haber conocido a alguien así, aunque haya sido completamente pasajero. Lo bueno -y lo no tan bueno- dura poco dicen por ahí. El tiempo decidirá todo al final. Y espero, por mi bien, que lo haga correctamente.

martes, 8 de febrero de 2011

Ganas.












Pensar que había recurrido a este método tan sano para salir de esta droga, pensar las muchas veces que lo invoqué, pensar que todo se ocultaba con una sonrisa y pensar que las ganas siempre estaban ahí dentro esperando y gritandole a mi cabeza romper las cadenas que había creado. Aunque como siempre, el final depende del comienzo. Si no lo contuve es por algo. Al igual que mi autorespeto, que al parecer no perduro a través del tiempo.

No sabría decir si realmente fui dependiente de eso todos estos años, lo que si sé es que me alivio al igual como la primera vez. La satisfacción de liberar lo que estaba conteniendo dentro de mí, la sensación que todo pasó por un momento. Creo que lo valió o no?, como todo lo bueno hay algo malo después: Consecuencias, arrepentimientos, decepción... El miedo que me mantuvo en pie, convertido en sicario. Já, quién lo diría?. Una herida por cada lágrima derramada parece razonable en el momento que te das cuenta que todo lo que habias pensado viendo el vaso medio vacío, se hacen dramas cotidianos.

Y si, hay otras salidas, pero qué importa?. Si dentro de esta mierda de mundo, encontrar un lugar para divagar un rato es un paraíso, perderme en mi pared plagada de recuerdos muertos.

A pesar de todo he de luchar, mejor morir intentando.