lunes, 21 de marzo de 2011

Trayectoria.


Mi existencia se ha convertido en un gran río, nose realmente hacia donde va la corriente. Al parecer me estoy dejando llevar, ya no hay dolor que lo cése ni felicidad que lo agilise. No depende del sol o de un gran temporal. Orgulloso avanza y con honor se delata poco a poco su verdad. Y tal véz ... si, escuche los susurros de los árboles que le dicen " ¡detente! ", pero no hay sello que lo transforme. Sólo dispara hacia el mar, dándose a conocer.

El cálido abrazo del tiempo me recorre, pero me tiene sin cuidados. Paseo sin horarios, sin problemas y sin factores externos. Dependo de mí y de nadie más, creo que es lo mejor. No hay censuras, y simplemente, no respeto las normas básicas que me obstaculizan. Cada excusa le da vida a mi juego, soy su fiel pasajera y voy viviendo cada movimiento con más énfasis y sin cuidado a caerme, porque tropezar me ayuda, me enseña. Subo con calma los peldaños y cada trozo desarrolla mi trayectoria, determinando mi hoy, mi persona, mi esencia, mi YO.

Cada vivencia efímera de amargura me hace crecer, un preámbulo a la tristeza, pero sin duda, sé que hay algo más allá. Mejor guardar los problemas bajo cerrojo y vivir el ahora, que bastante poco se aprovecha, mientras las partículas de escombros se mezclan y tratan de invadirte.

No hay comentarios: