
Un deseo inerte es,
un sueño de libertad recién comenzando
abrazados por el frío
tirados en el pasto seco.
Todo el frío fué cero
cuando sin mirarme
mordiste tus labios
marcándonos.
Un pájaro nos miraba
congelado,
muerto de frío,
nuestro frío.
Ilusos, perdidos, jóvenes,
nos apretamos cada vez más
y en sí todo era cero
un sueño.
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